Proyecto realizado entre 2011 y 2012. Se inauguró en septiembre de ese año y se incendió en 2014.
Este proyecto partió como una remodelación y ampliación de un tradicional supermercado de Cañete. Pero evolucionó hasta convertirse en un rediseño integral que involucró una profunda reforma del espacio arquitectónico, la imagen corporativa y los encadenamientos productivos que se generaban al interior. El proyecto se materializó en un espacio de revalorización de las identidades y las creaciones locales, con exhibición y venta de productos de las comunidades cercanas, rescate de atributos culturales y gastronómicos del patrimonio local y una arquitectura orgánica y fluida que dio nueva y renovada personalidad a la franquicia El Vergel, distinguiéndola como única y original frente a las grandes cadenas de retail provenientes de Santiago.